Saludos a todos...
Vamos al grano:
La baja satisfacción del cliente no es solo un tema de percepción, sino de desempeño real de la empresa. Aquí algunas preguntas estratégicas para ubicar bien el problema:
¿Los indicadores de satisfacción están bien definidos? No basta con decir “los clientes no están contentos”. Hay que medirlo con datos concretos: encuestas, tasas de recompra, comentarios en redes.
¿Hay seguimiento a los procesos internos? Muchas veces la insatisfacción viene de fallos operativos: tiempos de entrega, calidad del servicio, errores en la comunicación.
¿Se toman decisiones basadas en datos o en suposiciones? Implementar herramientas como el análisis de causa raíz o el mapeo de la experiencia del cliente evita “adivinar” el problema.
Sin datos claros, cualquier solución será un parche temporal.
La clave está en medir, analizar y ajustar estratégicamente.