Para organizar bien el trabajo, es clave que los instructivos sean prácticos y específicos para cada grupo involucrado. Para el equipo en campo, enfócate en procedimientos de seguridad, uso de maquinaria, identificación de riesgos y coordinación con los inspectores. Deben tener claro el paso a paso de la canalización, cómo manejar imprevistos y reportar avances.
Para los inspectores y los ingenieros subcontratados, el instructivo debe centrarse en cómo recibir y analizar reportes de obra, qué aspectos técnicos supervisar y cómo comunicarse eficientemente con el equipo en campo.
En cuanto a la administradora, su guía debe abordar la gestión de documentación, seguimiento de costos y tiempos, y coordinación con los demás equipos.
Además, define protocolos de comunicación: frecuencia de reportes, canales preferidos y responsables de cada área. Un flujo de información claro evita confusiones y agiliza el proceso.