Hola, @apereira

Entiendo el reto que describe porque en mi negocio también pasé por problemas similares.

Algo que funciona bien es identificar las habilidades de cada miembro del equipo y asignarles tareas donde puedan destacarse. A veces, el desorden viene de no aprovechar sus fortalezas.

Por ejemplo, si alguien es muy detallista, ponlo a cargo de revisar la calidad final, o si alguien es rápido y eficiente, dale tareas de producción más intensas.

Además, intenta fomentar la autonomía en pequeñas decisiones del día a día; esto reduce la carga de supervisión y hace que cada uno asuma más responsabilidad.

Estoy seguro de que verás cambios pronto.