Saludos colegas
Pedro, lo que describes suele ocurrir cuando la gestión del crédito depende de relaciones personales y no de procesos claros. Más allá del cliente puntual, tu empresa necesita ordenar internamente cómo otorga, controla y recupera cartera.
Mis sugerencias desde el enfoque organizacional:
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Define el rol de “Gestor de Cartera” aunque sea una función parcial. Alguien debe ser responsable de dar seguimiento con protocolos definidos, no según la urgencia del día.
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Estandariza el proceso de cobro: recordatorios automáticos, comunicaciones formales, escalamiento progresivo y registro de cada interacción. La improvisación agota al equipo y debilita tu posición.
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Cupo y plazo no los define el vendedor. Si tu equipo comercial está presionado por cerrar ventas, cederá en plazos que no puedes sostener. Ajusta ese flujo para que las decisiones vengan de criterios técnicos.
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Reúne al equipo y establece una política clara: qué pasa cuando un cliente supera 60, 90 y 120 días. Que todos sepan cómo actuar.
La clave es quitarle al “cliente grande” la capacidad de manejar tu estructura desde afuera. Cuando el equipo sigue un proceso, la organización se vuelve más firme y tú negocias con mucha más fuerza.